miércoles, 23 de febrero de 2011

El remedio homeopático de la semana (XI): nada

¿Recuerdan el lema de nuestro último "suicidio homeopático"?



Como es lógico, hay quien no está de acuerdo y cree que la homeopatía sí que cura. Y también hay quien lo cree de la imposición de manos, las oraciones a San Blas, las danzas rituales o el hecho de levantarse por un lado concreto de la cama. Como dijo aquel torero, "hay gente pa tó".

Pero también hay homeópatas que nos distinguen la otra parte del lema, el "ni nada". Bien sea porque dicen que eso del número de Avogadro es una opinión discutible, bien porque saquen a colación la memoria del agua, las microestructuras, los efectos cuánticos o cualquier otra chorrada disfrazada con lenguaje aparentemente científico que se les ocurra, insisten en que la homeopatía no es nada.

Pues como diría un entrañable personaje: "¡zas, en toda la boca!". A ver quién me niega que esto es... pues precisamente eso, nada:


El Vacuum (ojo, Vacuum a secas, no lo confundan con el Vacuum Cleaner Dust, que también es muy gracioso pero no es lo mismo) es un remedio homeopático real (dentro de lo reales que pueden ser los remedios homeopáticos, o sea, no mucho) que ha sido concienzudamente estudiado por Nuala Eising, que incluso le dedicó un libro:


En el cual nos dice... bueno, qué narices: lo que nos dice de importancia es precisamente eso, nada. Así que olvídense de él, porque donde realmente lo explican bien es en Luke Surl Comics:


A lo cual, la verdad, no tengo nada que añadir.

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